La figura de Robert Capa “debe servir para rechazar la masacre en Gaza”

La figura de Robert Capa “debe servir para rechazar la masacre en Gaza”

▲ Una niña captada en una granja colectiva en Ucrania, en la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, en 1947.Foto Robert Capa / Centro Internacional de s / Magnum Photos

▲ Una mujer francesa, rapada como castigo por haber tenido un hijo con un soldado alemán, es llevada a su casa en medio de burlas y vituperios, el 18 de agosto de 1944, en Chartres, Francia.Foto Robert Capa / Centro Internacional de s / Magnum Photos

▲ Una tropa estadunidense es transportada a una embarcación de mayor tamaño, durante los preparativos para la invasión aliada de Normandía, Weymouth, Dorset, Gran Bretaña, el 4 de junio de 1944.Foto Robert Capa / Centro Internacional de / Magnum Photos

▲ Miembros de la resistencia y soldados franceses, en París, el 25 de agosto de 1944.Foto Robert Capa / Centro Internacional de / Magnum Photos
Armando G. Tejeda
Corresponsal
Periódico La JornadaViernes 3 de octubre de 2025, p. 2
Madrid. El Círculo de Bellas Artes de Madrid reivindica a través de una retrospectiva la figura del fotógrafo Robert Capa. La iniciativa cobra relevancia en un mundo en el que entre los 60 conflictos bélicos abiertos que se desarrollan destaca la franja de Gaza, donde se comete un genocidio.
Robert Capa registró con su cámara algunos de los enfrentamientos armados más terribles del siglo XX, como la guerra civil española, la Segunda Guerra Mundial y el enfrentamiento armado en Indochina, entre otros.
“Su figura debe servir para recordar la brutalidad de la guerra y rechazar la inaceptable masacre en Gaza”, señaló durante la presentación de la exposición el director del centro cultural, Valerio Rocco.
La muestra Robert Capa: Icons reúne alrededor de 250 fotografías y objetos originales, mediante los cuales se pretende abordar la personalidad oceánica de un fotógrafo que cambió la historia de su oficio tanto por su valiente y en ocasiones temeraria actuación durante los conflictos bélicos, como por su empeño en crear una agencia pionera, Magnum Photos, que fundó junto con su amigo Henri Cartier-Bresson, entre otros, que permitió que por primera vez los fotoperiodistas fueran dueños de su trabajo y tuvieran trato directo entre ellos y los medios de comunicación.
El curador de la exposición fue uno de los grandes expertos en el mundo en la obra y vida de Capa, Michel Lefebvre, quien recordó la fragilidad de la historia con la que el fotógrafo se convirtió en un revulsivo para “iniciar una nueva etapa en el periodismo de guerra”.
En julio de 1936, cuando estalló la guerra civil española (1936-1939), Capa vivía en una “pobreza terrible”, no tenía ni para un abrigo que lo resguardara de los duros inviernos en Estados Unidos.
En marzo de 1937 decidió hacer las maletas, coger sus cámaras y trasladarse a Barcelona, en busca de la guerra, de los enfrentamientos entre los milicianos republicanos y las huestes del ejército sublevado a las órdenes de Francisco Franco. No encontró nada, ni en Barcelona, ni en Aragón, ni en Madrid, hasta que llegó a Toledo, donde fue testigo del cruce de disparos y de las trincheras.
Poco tiempo después, Capa fue testigo de dos cruentos bombardeos en Madrid, uno en el popular barrio de Vallecas y otro en la zona de la Ciudad Universitaria. Sus fotos fueron publicadas en un medio francés y en cada reportaje con una cobertura de 10 páginas.
Ahí empezó a forjarse la leyenda del que para muchos es el fotógrafo de guerra más legendario de la historia, el ciudadano de origen húngaro que nació con el nombre de Endre Ernő Friedmann, pero que decidió adoptar el seudónimo con el que pasó a la historia y que murió en una cobertura de guerra en Indochina cuando pisó una mina antipersona.

▲ Robert Capa antes de lanzarse en paracaídas sobre Alemania junto con las fuerzas estadunidenses. Arras, Francia, 23 de marzo de 1945.Foto Robert Capa / Centro Internacional de / Magnum Photos
En la exposición del Círculo de Bellas Artes todas las fotografías y los objetos que se exponen son originales; es decir, que las imágenes fueron las que el propio Capa reveló, incluso muchas tienen anotaciones de su puño y letra; además, los objetos le pertenecían, como una cámara Leica I, una máquina de escribir Remington con la que escribía sus crónicas e incluso los negativos de sus trabajos.
Capa es autor de algunas de las imágenes más icónicas que ha dado el siglo XX, como la del miliciano con brazos en cruz, una estampa que es el símbolo universal de la guerra civil española y que hasta la fecha los historiadores intentar descifrar, tanto la identidad del combatiente abatido como el lugar donde se produjo. A lo largo de su carrera, Capa acuñó una máxima que guio su obra: “Si tus fotos no son lo suficientemente buenas, es que no te has acercado lo suficiente”.
Su trabajo, compuesto por más de 70 mil negativos, da una idea de su trayectoria porque permite observar no sólo las imágenes que obtuvo con sus cámaras, sino también el posterior tratamiento que se le dio en la prensa escrita y cómo se publicaron las instantáneas. “Las fotografías originales de época, incluso con sus imperfecciones, son testimonio fiel del trabajo fotoperiodístico. Con ellas podemos comprender cómo miraba y cómo trabajaba Capa”, explicó Lefebvre, quien también incluyó en la muestra retratos y capturas de los “tiempos de paz” y de moda, asimismo, de enorme calidad estética.
Valerio Rocco contextualizó la relevancia de la exposición de Capa: “Es muy importante hoy día recordar la brutalidad de la guerra, en un momento en el que asistimos a casi 60 conflictos armados en todo el mundo. En especial, sentimos muy cerca el drama de la guerra de Ucrania o de la inaceptable masacre en Gaza. Así que la exposición nos recuerda la brutalidad de la guerra, pero también la importancia del periodismo en general, y del fotoperiodismo en particular, para cubrir estos conflictos y estas masacres.
“Uno de los elementos más lamentables de la inaceptable situación que se está produciendo en Gaza es que el gobierno israelí impida la entrada de periodistas internacionales para cubrir lo que está ocurriendo allí.
“Más allá de su increíble valor artístico, se enmarca en un momento en el que tenemos que recordar la importancia del periodismo y del fotoperiodismo.”
La exposición se inauguró ayer y se podrá visitar en el Círculo de Bellas Artes hasta el próximo 25 de enero.
La obra Egregor es un “acto de resistencia frente a la deshumanización normalizada”
Se presenta de jueves a domingo en la Capilla Gótica
Daniel López Aguilar
Periódico La JornadaViernes 3 de octubre de 2025, p. 4
Rayos láser atraviesan la oscuridad y rebotan en espejos gigantes, que generan un efecto de siluetas en movimiento. Figuras que desafían la gravedad y los límites físicos se combinan con música barroca y electrónica.
Egregor es un montaje que propone un ritual escénico donde la danza, el teatro y el performance construyen un lenguaje propio en la Capilla Gótica del Instituto Cultural Helénico.
En entrevista con La Jornada, Santiago Cumplido, director y creador, definió el montaje como “un acto de resistencia frente a la deshumanización normalizada; aquí, lo efímero y lo sagrado se encuentran.
“La humanidad enfrenta a una entidad nacida del inconsciente colectivo, destinada a devorar aquello que nos distingue como seres sensibles. Entre droides, clones y poshumanos, los artistas recorren un espacio que provoca asombro y desorientación sensorial.”
La danza butoh y neoclásica se une a neoacrobáticas urbanas, mientras la soprano y los instrumentos barrocos acompañan los sonidos electrónicos; lo ancestral y lo futurista se entrelazan.
Cumplido recordó su llegada a la Capilla Gótica: “Cuando entré supe que debía suceder algo. Lo que vemos es creación tanto mía como del espacio; es una cocreación.
“Los rayos de luz, las esferas de espejo y los vestuarios, desde trajes de látex hasta telas flotantes, forman parte de la conversación con el lugar, que amplifica la propuesta. Egregor viaja desde el futuro para interferir con la evolución humana y recordarnos el poder que poseemos.”
La dramaturgia arquetípica combina lo tangible y lo digital, lo ritual y lo contemporáneo. El montaje integra disciplinas diversas: cantantes aprenden acrobacias, bailarines de butoh incorporan neoclásica y músicos barrocos se vinculan con electrónicos. “Cuanto más distantes sean los lenguajes artísticos, más se enriquece el proyecto”, afirmó el director.
Los símbolos y códigos arquetípicos impactan de manera subliminal al público. Influencias toltecas y movimientos rituales se suman a tecnología de punta para crear un lenguaje que estimula la mente y la percepción.
“Todo está pensado para afectar al subconsciente del espectador; incluso sin conciencia plena, el cerebro percibe patrones y símbolos. Cada función transmite una dimensión simbólica que convoca a la reflexión y a la experiencia estética”, puntualizó Santiago Cumplido.
El elenco incluye a Vangeline (Nueva York) en danza butoh, María Andrea Araujo en ópera, Caterina Albani (Guatemala) en acrobacias de manos, Raúl Zamora como acroclown, Yaroslav Villafuerte en butoh, Fana Muñoz y Lorena Magaña en neoclásica y Yan Carlos Ungaav (Cuba) en danza neoacrourbana.
La música se interpreta en vivo por Mario Salinas (barroco) y Yunue Itsi (electrónica), con apariciones digitales de Espartaco Martínez y voces en off de Dama G y Iazua Larios.
Las funciones de Egregor son jueves a las 20 horas, viernes a las 20:30, y sábados y domingos a las 18 y 19:30 horas en la Capilla Gótica del Instituto Cultural Helénico (Revolución 1500, Guadalupe Inn). Los boletos, entre 650 y 2 mil 500 pesos, se pueden adquirir en taquilla y Ticketmaster. La temporada concluye el 19 de octubre.
Dimite director de museo que negó a Trump una espada para regalar a Carlos III
Afp
Periódico La JornadaViernes 3 de octubre de 2025, p. 4
Washington. El director de la prestigiosa Biblioteca Presidencial Eisenhower dejó su cargo tras oponerse a la solicitud de Donald Trump de entregar una espada de su colección al rey Carlos III, informaron ayer medios locales.
Todd Arrington se enfrentó al ultimátum de “renunciar o ser despedido”, según la cadena CBS News, que no identificó al responsable de esa orden.
Arrington se negó a la solicitud del gobierno de entregar al monarca británico una de las espadas de Eisenhower como parte de la visita de Estado que hizo Trump a mediados de septiembre al Reino Unido.
El obsequio buscaba simbolizar la relación especial entre los dos aliados y destacar la colaboración de ambos países durante la Segunda Guerra Mundial.
La biblioteca y museo, ubicada en la ciudad natal del ex presidente estadunidense Dwight D. Eisenhower en Abilene (Kansas), forma parte de la Administración Nacional de Archivos y Registros.
Antes de convertirse en presidente, en 1953, Eisenhower dirigió las fuerzas aliadas contra la Alemania nazi. El gobierno de Trump terminó regalando a Carlos III una réplica de la espada.
Contactada por la Afp, la Casa Blanca no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
La renuncia de Arrington, quien tuvo una carrera de décadas en el gobierno federal, se produce mientras Trump ejerce un control sin precedente sobre las instituciones culturales de Estados Unidos desde su regreso a la presidencia en enero.
Monet, experiencia inmersiva en Dortmund

▲ Reproducción digital de La japonesa −creada en 1876 por el fundador del impresionismo, Claude Monet−, que se exhibe en la galería de arte inmersivo Phoenix des Lumières. La obra, en la que se observa a Camille, esposa del pintor francés, vestida con un kimono rojo y sosteniendo un abanico, forma parte de una exposición que incorpora también proyecciones de video en 360 grados, montada en una antigua fábrica de Dortmund, Alemania. El recinto, que abrió al público en enero de 2023, emplea tecnología para crear experiencias inmersivas dedicadas a algunos de los artistas más famosos de la historia, como Salvador Dalí y Henri Rousseau. Dentro de su catálogo también se encuentran muestras temporales como Maravillas del océano, en la que presentaban la flora y fauna submarina en tamaño real.Foto Ap, con información del sitio de la galería
Periódico La JornadaViernes 3 de octubre de 2025, p. 4
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